Resumen :
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Las emociones tienen gran poder sobre nosotros. Pueden estancarnos y paralizaranos, descontrolarnos y atemorizarnos..., o, por el contrario, pueden ayudarnos a conocer mejor nuestras capacidades y a crecer. Sobre todo conviene llegar a conocer aquellas emociones con alto poder contaminante del clima comunitario, tales como la envidia, el rencor, el resentimiento, el miedo, la ansiedad... y tantas otras que analiza la autora en este cuaderno. Poner nombre a las emociones es la clave para lavarlas, aclararlas y oxigenarlas. La calidad tanto de la vida personal como comunitaria depende, en gran medida, de cómo sepamos manejar las emociones. Es presupuesto de todo crecimiento personal y comunitario. Carmen Maganto, religiosa y psicóloga clínica experimentada, nos introduce en esta sabiduría del manejo de las emociones, terreno tan poco trabajado en nuestros procesos formativos.
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