Resumen :
|
¿Es el deseo una ilusión que nos engaña, planteándonos una meta a la que tendemos y su imposible realización? ¿O podemos verlo como metáfora viva de una vocación que anhela siempre un desbordamiento de sus mismas posibilidades? Nosotros creemos que el deseo es constituyente del ser humano, que se puede vivir como una metáfora viva que, a la vez, le desborda y le caracteriza. Considerar el deseo humano como una metáfora de la salvación de Dios es reivindicarlo en su más preciado valor y sentido. Los hombres y mujeres consagrados, no miramos con sospecha el mundo del deseo. Más bien creemos en una adecuada potenciación del mismo. Situar la salvación de Dios en el ámbito del deseo humano es una ocasión de arraigarla en lo más personal y profundo y de hacer vida la Vida.
|